En la fisioterapia, como en muchos otros campos, cuando tenemos que trabajar en algún problema, lo principal es analizar y conocer la causa. En nuestro caso, lo primero es conocer al paciente (su estilo de vida, preocupaciones, limitaciones…) y lo segundo es conocer el cuerpo humano, su funcionamiento y biomecánica.
En esto último, la biomecánica, es experto Luis Roche. Fisioterapeuta y podólogo, apasionado del análisis del movimiento y que compagina la labor asistencial, docente e investigadora para el beneficio de muchos de nosotros. Entre congreso y congreso nos ha dedicado unos minutos de su tiempo y ha respondido a nuestras preguntas para conocer un poco más la importancia del gesto deportivo y cómo nos afecta.
¿Cual es el problema biomecánico más frecuente en corredores y que lesiones puede provocar?
- Hablar de problema biomecánico, como tal, es difícil. El movimiento es muy variable, nadie camina o corre igual a otra persona. Incluso, la misma persona corre de manera diferente en función del calzado, el terreno o la fatiga. Dentro de la variabilidad de las personas sabemos que determinados movimientos o no-movimientos parecen estar relacionados con el aumento del trabajo de algunas estructuras corporales (músculos, articulaciones, etc…). Al trabajar más, según la constitución, el incremento de la carga mecánica en el tiempo o el estado físico del sujeto pueden aparecer lesiones. Por ejemplo, contactar con la rodilla excesivamente estirada y contactar con el talón aumenta el impacto que el cuerpo debe absorber. Es un error común en gente que comienza y sobre todo si lo hace a velocidades muy bajas o con calzados muy blandos. Esto no implica que sea causa directa de lesión pero, sin duda, si ese aumento del impacto ocurre en terreno duro, con calzado inadecuado, en un hueso que lleva mucho tiempo sin actividad o que sufre de osteoporosis, o en un tendón que lleva mucho tiempo sin actividad y en poco tiempo han pasado a entrenar muchos kilómetros pues aumenta el riesgo de padecer lesiones como fracturas de estrés en tibia, en la rótula,etc.
- No diría que hay problemas biomecánicos causantes directos de lesiones sino que es un factor más a tener en cuenta en la lesión.
Muchas veces solo pensamos en las piernas a la hora de correr. ¿Qué importancia tiene nuestro tronco y EESS en la carrera y qué podemos hacer para mejorar esa técnica?
- Gestionar el centro de gravedad (punto en el que se aplica toda la masa del sujeto) es el principal objetivo de cualquier locomoción (estar de pie, caminar o andar). Es decir las piernas se moverán de una manera u otra en función de como esté colocado el cuerpo. Los brazos a su vez intentan contrarrestar y equilibrar el movimiento de las piernas. Por poner un ejemplo gráfico los brazos se mueven al mismo ritmo que las piernas «penduleando» de manera inversa a las piernas. Si, por ejemplo, quisiéramos arruinar una carrera a Usain Bolt sin tocarle las piernas solo tendríamos que escayolarle un brazo recto (en extensión). Eso impediría que oscilara de adelante a atrás a la misma frecuencia que las pierna impidiéndole correr a la velocidad adecuada.
- Hay muchas teorías sobre como gestionar ese tronco y esos brazos pero muchos atletas desafían esas «teorías». Por ejemplo, se dice que hay que correr erguido y levemente inclinado hacia delante. Como si traccionaran de un hilo atado a nuestra «coronilla» o como si quisiéramos ponernos altos en una foto. En cuanto a los brazos, lo ideal, parece ser que vayan flexionados entorno a 90º con una ligera flexión cuando van hacia atrás y extensión cuando van hacia delante. No obstante, y como he dicho en la primera frase hay grandes excepciones a estos. Por citar algunas de estas excepciones

Análisis de la marcha
¿Qué diferencias hay entre el gesto de carrera en la carrera por asfalto y las carreras por montaña?
- La verdad que tiene poco que ver. De inicio porque las carreras por montaña tienen ascensos, descensos e inclinaciones laterales muy elevadas que modifican completamente la manera en la que corremos. Además un terreno irregular hace que la variabilidad del gesto sea mucho mayor y que por tanto las estructuras que intervienen mientras corremos sean mucho más variadas. Cuando corremos en asfalto el gesto es tremendamente cíclico. Para hacernos una idea cuando llevamos una velocidad constante la longitud de nuestro paso o nuestra cadencia varían menos de un 3-5%. En una carrera por montaña ni siquiera podemos hablar de esto ya que prácticamente podemos afirmar que no existen dos carreras iguales. En este sentido cuantificar para conocer la carga en entrenamiento de montaña siempre ha sido un handicap. En este último año han aparecido potenciómetros de carrera y GPS con altímetros que permiten conocer con gran precisión la carga. Esto va a permitir cuantificar algo mejor la carga en este tipo de carreras.
- En cuanto al gesto quizás la parte más difícil y técnica es principalmente el descenso. La gente tiende a frenar en exceso lo cuál es normal cuando no tienes una buena técnica. Esto no solo te ralentiza en exceso sino que encima sobrecarga mucho las rodillas especialmente el rotuliano.
Cuando «descubres» fallos biomecánicos en algún deportista en gesto deportivo ¿Siempre debemos modificar esos errores o hay más factores a analizar?
- No siempre. Como he comentado la ejecución del movimiento es solo uno de los factores y responde a muchas cosas. Hay que analizar el morfotipo del paciente, el historial de lesiones, los objetivos competitivos, el calzado que usa, el terreno por el que corre, la planificación de la temporada en la que se encuentra y un largo etc. Un buen profesional de la salud y del entrenamiento debe saber conjugar todos esos aspectos para saber si la lesión y la alteración biomecánica tienen que ver. En caso de que haya una posible relación de «causa» habrá que valorar si es posible cambiar la técnica o no y teniendo en cuenta las relaciones entre beneficio-coste-tiempo-riesgo.
- Siempre que cambiemos una manera de correr debemos saber que, como dijo Einstein: «la energía ni se crea ni se destruye, tan solo se transforma». Lo que quiero decir con esto es que, si cambiamos la manera de correr sabemos que descargaremos una estructuras del cuerpo pero otras tendrás que gestionar más energía y por tanto también existe el riesgo de que se lesionen al tener que «trabajar» más. Por ello, debemos meditar mucho qué cambiamos, cómo lo cambiamos, cuánto lo cambiamos, cuándo lo cambiamos, etc…

Análisis de datos en la Universidad San Jorge
¿Cuál es el proceso para mejorar el gesto deportivo que necesita ser corregido?
- Depende del cambio. Hay grandes cambios que requieren poco esfuerzo y que se producen de gran facilidad. Por ejemplo, es común encontrar gente que da pasos excesivamente largos, lo que suele conllevar grandes impactos y mucho trabajo a nivel de cuádriceps pero también del rotuliano, entre otras partes. Cambiar esto es de gran simplicidad solo hace falta música con un ritmo adecuado para la velocidad de carrera del sujeto y pedirle que los pasos se acompasen con el ritmo. Esto es fácil de ejecutar y ha demostrado se útil en estudios científicos. Incluso se sabe que de cierta manera nos ajustamos de manera natural, automática e inconsciente al ritmo de la música. Varios estudios científicos han demostrado lo que indico .https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/26447745 https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/26258007
- Además sabemos que la repetitividad de la carrera es uno de los factores de control motor que nos habla de la «calidad» de la carrera y parece ser que escuchar música también nos ayuda a ser más repetitivos.
- Otros cambios son difíciles de producir por su especificidad o complejidad. Como por ejemplo cambios en la posición del tronco, cambios en el tipo de contacto, control de la pronación, etc…
- Normalmente en estos casos más complejos siempre comenzamos con un fortalecimiento de las estructuras que van a tener que trabajar más para prepararlas para el cambio y con la introducción de series de corta duración y diferente intensidad del cambio a producir para iniciar poco a poco la carga y el cambio de técnica. Esto puede durar más de 2 meses según el estado de forma del sujeto y el objetivo.
- Posteriormente hacemos una introducción progresiva del cambio a producir. Esta introducción suele ir acompañada de estímulos que facilitan el cambio (música, fieltros que dan estímulo de dónde apoyar, vendaje que generan estímulos o restricciones en ciertos movimientos, elásticos,…). Esta fase puede ser más o menos larga y en ella mantenemos trabajo de fortalecimiento para que las estructuras a trabajar estén preparadas. Esta fase puede durar entre 2-4 meses pero en ciertos casos puede ser incluso más. Debe ser muy progresiva y bien planificada para que el cambio se produzca en condiciones de seguridad y sin que aparezcan lesiones por compensación.
- Finalmente si se llega a producir el cambio (no siempre es posible o las estructuras que lo deben soportar a veces no son capaces de adaptarse lo suficiente por lesiones previas o por un estado de alteración que lo impide…) hay que introducirlo en condiciones de fatiga y en condiciones de alta variabilidad (en diferentes terrenos, con diferentes calzados, etc…) de modo que se termine instaurando como patrón.
- Hay que huir de cambios a corto plazo ya que suelen ser difícil implantación y dudoso resultado. Un patrón adquirido durante décadas no suele desaparecer de la noche a la mañana y se cambia por otro.
- La tendencia actual es a modificar lo menos posible y a inducir el cambio de manera automática mediante ejercicios que obligan al cambio o usando estrategias de imitación. Nuevas herramientas como el biofeedback auditivo, visual o incluso la realidad aumentada ya están introduciéndose en este sector y seguro que en un futuro no muy lejano vemos muchas herramientas para el cambio de técnica de carrera.

Con alumnos de postgrado en Barcelona.
Muchas gracias Luis por tu interés y tu tiempo. Seguro que tus palabras nos ayudan un poco a preparar las carreras que vamos a ir preparando este verano y el curso que viene. Siempre es un placer escucharte o leerte, seguro que te vemos en alguna ponencia dentro de poco o nos acordamos de tí al correr escuchando música para coger «nuestro ritmo».
¡Esperamos que tengas un buen verano y nos cuentes próximamente novedades interesantes de tus investigaciones!