El deporte de élite es siempre exigente y tiene calendarios competitivos muy intensos. Uno de los deportes que más acusan estos calendarios es el tenis, y también el padel. Por ello, en estos deportes una figura muy importante es la del fisioterapeuta, que ayuda a prevenir, recuperar y estar listo para el siguiente partido.
Una de las fisios con más relevancia en el mundo del tenis es Blanca Bernal. Ha sido fisioterapeuta de la WTA, ahora trabaja en el WPT. Todos estos años de experiencia en el mundo del deporte y de la fisioterapia deportiva hacen que tenga muchas cosas que contar y transmitir. A nosotros nos ha encantado hablar con ella sobre tenis, padel, fisioterapia deportiva y su trabajo del día a día, aprendiendo un poco más como es su trabajo y acerca de todo este mundo de la fisioterapia deportiva.
– Llevas años ligada al deporte profesional, sobre todo en tenis y padel. ¿Porqué eliges la fisioterapia deportiva como campo de trabajo y cómo llegas al mundo del tenis?
Soy muy afortunada en ese sentido, porque yo empecé la carrera de fisioterapia con el único fin de poder seguir vinculada al deporte toda la vida. Elegí la especialización de fisioterapia deportiva porque el deporte ha sido mi pasión desde pequeña, y quería disfrutarlo desde otro ámbito. Recuerdo que el primer torneo de tenis profesional que cubrí fue en el año 2008; al año siguiente Tomás Pérez (Director de los Servicios Médicos del Mutua Madrid Open, y a quien le debo mucho) quiso contar conmigo para el equipo del Mutua Madrid Open, y a raíz de las relaciones que establezco con WTA en ese torneo, en 2010 surgió la oportunidad de empezar a trabajar para ellas. Desde entonces, dos años en la WTA y ocho trabajando con tenistas a nivel privado… toda mi carrera profesional ligada al tenis, y ahora también vinculada al padel.
– Has estado dos años trabajando en la WTA, ¿cómo es el trabajo allí? ¿cómo valoras la experiencia?
El trabajo en la WTA consiste fundamentalmente en viajar a los torneos y dar cobertura a todas las jugadoras que lo necesiten. Cada semana estás en un país, con jornadas de trabajo muy intensas, y teniendo que gestionar muchas situaciones de urgencia deportiva. El tenis es un deporte cuyo calendario no favorece la buena recuperación de las lesiones, así que tienes que lidiar con deportistas que tienen que competir con dolor, y además competir en días consecutivos. Fue una época muy exigente en lo profesional y en lo personal, en la que trabajé durísimo, viví cosas maravillosas, en la que también tuve mucha morriña de mi casa y de mi familia, pero que me dio muchísimo y por la que estoy muy agradecida. Aprendí a entender a los deportistas de élite, aprendí cómo resolver situaciones complejas muy variadas… Aprendí mucho también de mis compañeras, de diferentes nacionalidades y habiéndose formado en diferentes escuelas de fisioterapia. Fue una experiencia maravillosa.
– Ahora estas trabajando en el WPT, ¿cómo es tu trabajo actual y en qué se diferencia con el trabajo en la WTA?
Si, acabo de empezar mi tercera temporada en el WPT. El trabajo es bastante similar al que desarrollaba en WTA. Me parecía un modelo de trabajo muy coherente, que he intentado extrapolar del tenis al padel e implementarlo como modelo de trabajo en WPT. Es un formato de competición prácticamente idéntico, por lo que la dinámica de la sala de fisioterapia es muy parecida. Por suerte, en WPT tengo medios de trabajo que no tenía en WTA: ecógrafo, diatermia… Aunque cueste creerlo, por la magnitud de la WTA como empresa a nivel mundial, los medios allí eran más precarios, porque es una empresa americana, con sus complejos entramados legales, en la que es muy difícil introducir nuevos elementos tecnológicos o nuevas técnicas. Llegábamos al estado de New York, por ejemplo, ¡y no podíamos hacer punción seca porque la ley allí no lo permite! Y veníamos de Connecticut, que está pegado, y no habíamos tenido ese problema. Ahora tengo más medios, el calendario es bastante más benévolo y los viajes son en España (porque los torneos internacionales de WPT los cubren fisioterapeutas locales), pero el día a día es muy parecido.
– También te has dedicado a la docencia tanto en universidad como actualmente impartiendo un curso de deportes de golpeo. ¿por qué se caracterizan estos deportes de otros? ¿y entre el padel y el tenis que diferencias encuentras más significativas que afecten a tu trabajo?
Empecé a generar el curso de deportes de golpeo hace varios años porque creo que el conocer profundamente un deporte te da muchas más herramientas a la hora de tratar a esos deportistas. Me apasionan los deportes de raqueta, los practico desde pequeña y es un tema del que no me canso de hablar. En concreto el tenis y el padel, me parece que tienen unas particularidades clínicas, sobre todo a nivel de hombro y codo, que son muy interesantes y en las que merece la pena profundizar. Intento transmitir mis conocimientos del por qué de las cosas: por qué la biomecánica, la elección del material o las condiciones climatológicas pueden condicionar los episodios lesionales. Hay diferencias significativas entre las lesiones que nos encontramos en el tenis y las del padel; posiblemente la diferencia fundamental es que en el padel eliminas el gesto biomecánico más lesivo del tenis: el saque. Esto reduce mucho las lesiones de hombro. En el padel tampoco tienes que preocuparte de las lesiones derivadas de los cambios de superficie que se dan en el tenis. En contraposición, los puntos en el padel son mucho más largos, lo que aumenta el riesgo de lesión muscular aguda, y la flexo-extensión constante de columna lumbar, con torsiones incluidas, es algo que no te encuentras en el tenis.
– ¿Cuál es la lesión más limitante con la que tienes que lidiar y cuál la más común?
Todas las lesiones son muy limitantes en el contexto de un deporte del que desconoces la duración del partido, y en el que se compite en días consecutivos. Cualquier molestia es susceptible de empeorar drásticamente, lo cual exige que los jugadores intenten salir a la pista lo más preparados posibles. Nos encontramos con muchas tendinopatías en diferentes estructuras, que si están en una fase muy reactiva, con baja tolerancia a la carga, generan bastante impotencia funcional. Mi “lesión fetiche” es el hombro lanzador, un cajón de sastre que engloba una mezcla de lesiones difíciles de gestionar: lesión de PASTA del tendón supraespinoso, la bursa tocada, probablemente el labrum también… y son hombros que necesitan estabilizarse en rangos por encima de los límites normales de movilidad, y además generar fuerza e impactar contra un objeto que viaja por el aire a gran velocidad. ¡Apasionante!
– En la fisioterapia, y sobre todo en el deporte, cada vez damos más importancia a la prevención de lesiones. Ahora el fisioterapeuta no sólo aparece cuando hay problemas sino que el trabajo es diario y constante. ¿qué características son importantes en el tenis/padel para rendir y evitar lesiones? ¿cuáles son los principales factores de riesgo sobre los que hay que trabajar?
El trabajo de prevención de lesiones en cualquier deportes es fundamental, y es algo a lo que afortunadamente se le presta mucha atención. Yo personalmente pongo mucho foco en el trabajo excéntrico para la prevención de lesiones musculares y tendinosas, así como buena movilidad y estabilización del CORE, especialmente de las caderas, que suelen estar muy fijadas, y columna dorsal, de cuya buena movilidad depende la eficiencia de muchos gestos deportivos. Desde mi punto de vista, la clave es la individualización, conocer a tu jugador, porque lógicamente las necesidades de cada uno son distintas, tanto por su morfología como por sus antecedentes lesionales y su tipo de juego. No tiene el mismo riesgo lesional John Isner, que mide 2.08m y gana sus juegos de saque en 1’, que Diego Shwartzman, que mide 1.70m y prácticamente no gana puntos gratis. Sus necesidades en pista son diferentes, sobrecargan distintas estructuras y, por tanto, cada uno tiene unas necesidades preventivas específicas.
Es importante que el jugador integre los programas de prevención en su día a día, especialmente cuando están varias semanas de gira compitiendo sin mucha carga de trabajo físico específico. Lógicamente, cuando empieza la competición toda la energía se centra en competir, pero si tienen 2-3 días entre torneos, merece la pena invertir en hacer una sesión de prevención que compense tanta carga. Mientras están en competición, cambias el chip y pones el foco en las cosas a las que tienes que prestarle atención en ese torneo de forma específica; qué cosas pueden aumentar el riesgo de lesión de tu jugador.
En el caso del tenis hay que prestarle atención a muchos factores: a qué país viajas, qué diferencia horaria hay y cómo va a ser el descanso del jugador. Es importante contemplar estrategias que le ayuden a descansar, porque el descanso probablemente sea uno de los pilares en la prevención de lesiones. Hay que pensar en qué superficie se juega, cómo son las condiciones ambientales, qué tipo de pelota se usa, y cómo va a afectar esto tanto a musculatura como articulaciones de miembro superior. Si es un sitio de mucho calor y humedad, pondrás énfasis a la hidratación, por ejemplo.
– Actualmente el mundo deportivo se caracteriza por el ritmo frenético de competición, de forma que la recuperación es fundamental. ¿cómo es este trabajo de recuperación que realizas? ¿cómo sería la rutina de trabajo en un día de competición?
Si, la verdad es que ves calendarios como puedan ser el de la WTA, o el de los equipos de la NBA, y el nivel de exigencia es altísimo. Te voy a poner el ejemplo con un día de competición de una tenista, que es lo que más he vivido.
Tienen una rutina pre- partido, y después una rutina post- partido. Me gusta que empiecen el día con algo de movilidad activa en suelo, a modo de activación, o en camilla a través de movilidad pasiva previa si lo necesitan. Después, realizan su calentamiento en el gimnasio antes de ir a la pista, y pelotean media hora. Comen, preparan el partido con sus entrenadores, y esperan su turno para competir.
Una vez ha finalizado el partido, siempre hacen unos minutos de vuelta a la calma a través de alguna actividad aeróbica a muy baja intensidad. Después de la ducha y de hidratarse y nutrirse adecuadamente, empieza la recuperación pasiva. Dependiendo de la duración del partido o las condiciones climatológicas, uso unas herramientas u otras. Me valgo con frecuencia de las inmersiones en frío, especialmente si el partido se ha dado en condiciones de mucho calor y humedad (cosa frecuente en el circuito de tenis), hago un drenaje muscular y movilización articular específica de las articulaciones que suelen fijarse, y por último me dedico a hacer un tratamiento más concreto de alguna lesión, en caso de ser necesario.
– Por último, ¿qué consejo darías a alguien que se quisiera dedicar a la fisioterapia deportiva?
Creo que en cualquier ámbito de la vida, lo único que realmente importa es hacer las cosas con pasión. Puede sonar a tópico, pero realmente creo que es así. Siempre digo que la fisioterapia deportiva tiene una cara A, y una cara B, como las cintas de cassette de antes (esto hay que explicarlo porque los futuros fisioterapeutas no habrán conocido los cassettes, jajajaja!) La cara A son los viajes, estar en los torneos que has visto toda la vida por la televisión, que tu jugador gane un torneo y sentirte un poquito parte de ese éxito, el poder vivir experiencias increíbles, la variedad cultural que experimentas… La cara B son las horas interminables de trabajo, el estar lejos de la familia, el ganar mucho menos dinero del que la gente se piensa, el que no existan fines de semana ni festivos, el no tener tiempo para formarte, el tener que lidiar a veces con deportistas caprichosos… Para disfrutar la cara A, hay que aceptar y abrazar la cara B de este trabajo. Y eso sólo se consigue si te apasiona lo que haces.
Muchas gracias por dedicarnos tu valioso tiempo. Un placer conocer un poco más la vida de los fisios deportivos de tan alto nivel, tu trabajo día a día y experiencias. Seguro que estos consejos nos sirven a muchos para seguir creciendo.
Esperamos que podamos celebrar muchos de vuestros éxitos dentro del mundo del padel. ¡Gracias!